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miércoles, 19 de abril de 2017

Trilogías, tetralogías, doscientoslogías...

Hace mucho tiempo que mi amiga Noemi me pide, insistentemente, que publique un blog sobre libros, que le sirva de pista para elegir nuevas lecturas y donde poder comentar, sugerir títulos y demás... La verdad es que me encantaría tener la constancia para escribir algo así, pero ya sabéis que me despisto con dos de pipas y sería capaz de hacer las entradas con noventa y siete siglos de retraso y entonces para qué, si al final todos leemos, más o menos, los mismos libros...

Sin embargo, no he podido evitar acordarme de ella estos días, aunque sea de refilón porque, otra vez, pese a que siempre digo que no lo volveré a hacer más, me he enganchado a una trilogía literaria. Si es que no tengo fuerza de voluntad, snif...

Tengo que añadir, en mi descargo, que todo se ha debido a una triquiñuela de los editores, que tienen la costumbre de sacar el primero de los libros así, tan mono él, sin decirte que es el primero de una saga de doce mil quinientos... o los que se tercien. Que tú vas un día por ahí, tan tranquila, entras en una librería, echas un vistacillo, un título te llama la atención, ojeas la información que viene en la contraportada o las guardas y que últimamente es, cada vez, más inútil, te decides y te lo llevas.Y es difícil, ya digo, porque antes cogías un libro y en el reverso te hacía un resumen detallado de unas once mil palabras (hay editoriales que mantienen esta magnífica costumbre), que sólo les faltaba terminar con "y el asesino es el chófer", así que te hacías una idea, "maomeno", de lo que podías esperar una vez lo abrieras y no es que evitaras comprar tostones, pero ayudaba.

Pero ahora, cuando intentas saber de qué va la vaina (y es importante porque, aunque seas como yo, una lectora compulsiva e impenitente, puede suceder que no te guste leer bodrios), ¡es imposible! Te pones a mirar por aquí y por allá y donde antes estaba el argumento, ahora aparecen cosas como "¡El mejor libro que leerás este año! y ya te has leído unos cuantos, estás en abril y da penita pensar que, a partir de la semana que viene, sólo vas a poder leer guarrerías, porque ese flamante tomo que tienes en las manos es "lo mejorcito del 2017" o incluso del siglo... Pero coges el libro de al lado, le echas un rápido vistazo ¡y es "el más aterrador que vas a leer este año"! O el más divertido o, directamente, el mejor, de acuerdo con la revista "El lector feliz con gafas" o la "Asociación de libreros de calvo de Arrancacepas (Cuenca)".

Y de ahí no sales, el resto de la contraportada son opiniones de escritores reputados, editores, críticos literarios de periódicos y revistas (algunas de nombres impronunciables), todas ellas tan aclaratorias como "no pude dejarlo hasta que lo acabé, firmado Fredeswinda Gutiérrez, literata" o "la novela negra tiene una nueva maestra", según la afamada revista "Uy, cuánto leo" y cosas parecidas... Pero tú sigues sin saber de qué va el libro y si lo que a lo mejor compras es un tratado sobre fontanería ecológica o una antología poética.

Miras, entonces, en las guardas, a ver si por ahí aparece algo interesante y en una tienes una semblanza del autor, que ahora no va más allá de "Pepito Vázquez (Zaragoza, 1971) ha colaborado con  "cienes y cienes" de revistas y periódicos literarios, trabajo que compagina con su vocación, la flauta travesera. Desde 2015 ha publicado noventa y ocho novelas y tres obras de teatro. En la actualidad reside en Laredo con seis de sus ocho cuñadas". Vamos, nada que te diga qué es lo que, tal vez, leas...

No creas que la otra guarda te va a dar más pistas, o es una relación de obras del autor publicadas por la misma editorial, o de otras obras, también de la misma editorial, que no sabes por qué están ahí y son frases entresacadas de la propia novela que no te aclaran nada, en plan "Eres tú y no tu abuela, Margarita, quien tiene que resolverlo" y tú piensas "jaaarl".

El último recurso es esa maldita banda que llevan ahora todos los libros, que parece que a los editores les queda todavía algo por decir, cuando no han dicho, en realidad, nada. Antes, eran el indicativo de una segunda, tercera o más edición, donde te decía el número de ejemplares vendidos. Ahora es donde lees tu sentencia: "La esperada segunda parte de la trilogía "El dromedario del bosque"". La hemos cagao...

Porque has cogido ese volumen pensando que hace un año leíste otro de ese autor y estaba bien, así que, a lo mejor, éste también lo está y de repente descubres que lo que ya has leído es la primera parte de una trilogía, aunque a ti te pareció una novela independiente pero como, en ese tiempo, te has leído otros tropecientos libros y  a ver quién es la guapa que se acuerda ahora de todos los personajes y demás, que la mitad se te han olvidado...

... Y lo peor de todo, te la compras, te la lees y te tiras un año esperando a que salga otra "esperada", en este caso "tercera parte", para saber en qué porras termina todo y a veces te quedas con las ganas, porque lo que primero tomaste por una historia y ya, luego descubriste que eran tres (o una en tres tomos), termina y todavía hay flecos por aquí y por allá que te inducen a pensar que aquello se va a convertir en una tetralogía, pentalogía o vete tú a saber... Vamos, como si las novelas de Miss Marple constituyeran, en realidad, una veintelogía o los libros de "los Cinco" otro tanto y no pudieras leer "Los Cinco en el Cerro del Contrabandista" sin haberte empapado, previamente, con los anteriores de la colección.

Al final no sabes si cometiste un grandísimo error al dejar pasar un título de Pepe Carvalho, al haberte enganchado a Sue Grafton con "E de elefante" o al haber pensado que este año no tocaba Fred Vargas.

Algo así me sucedió con la trilogía de Dolores Redondo, no supe que lo era hasta que empecé con "Legado en los huesos" (que mola mazo) y mi amigo Javi, que ya lo había leído, me dijo que estaba esperando como loco la tercera parte. Recuerdo que pensé "¿pero cabe algo más?". Y cabía, vaya si cabía... Pero pasó tanto tiempo entre "El guardián invisible" y la "Ofrenda a la tormenta", que hace poco tuve que leerlos todos de nuevo, pero seguidos, porque se me habían olvidado tantos detalles que tenía la sensación de encontrarme ante una historia bastante coja, que luego comprobé que no era verdad...

Mientras, he visto salir las tres novelas en unas fermosísimas cajuelas con el título "Trilogía de Baztán", nombre muy adecuado, por cierto, aunque yo hubiera preferido un sólo libro, de mil páginas, palabrita, lo cual, desde el punto de vista editorial, es poco rentable. Acabáramos.

Rentable, por eso hicieron a Tolkien publicar "El señor de los Anillos" en tres, para ver si la primera parte se vendía y compensaba publicar el resto... Por eso la segunda tiene un nombre tan absurdo como "Las dos torres" y "El retorno del rey", que ya está anunciado en "La comunidad del Anillo", cuando Aragorn dice que irá a Minas Tirith, no sorprende nada de nada...

Pues eso mismo me ha pasado hace unos días cuando, buscando lectura para estas vacaciones, me encontré un libro de Eva García Sáenz de Urturi y yo, despistada, como siempre, hasta que no me puse con él no descubrí que era la segunda parte de una trilogía que se llama "La ciudad blanca", con lo que ahora tengo que ponerme a buscar "El silencio de la ciudad blanca" y volver a leerlo, porque ya no me acuerdo más que del abuelo, las manzanas y el monumento al coño...que no está mal, no me importa releer pero caray, si lo llego a saber me espero otro año y me compro los tres, en cofrecillo conmemorativo y así puedo devorarlos de una tacada.

Pero aún falta el remate: cuando acabas una trilogía y estás, como dice mi amiga Ana, "toa japi", alguien te comenta, como entre susurros.... "pues dicen que hay un cuarto" y te subes por las paredes, pensando lo bien que habría estado que Louis y Lestat hubieran terminado sus correrías en "La reina de los condenados" y ya, ni te cuento si fuiste capaz de empapuzarte bien (reconozco que yo no pude) con tres tomos de "Cincuenta sombras" y te sale, encima con erratas, la historia contadas desde el punto de vista del propio Christian Grey. Que para cuatro basta con Lawrence Durrell, hombre...

En fin, que rabio y pataleo y espero, mientras tanto, con interés, que salga la tercera parte, a ver qué porras pasa con Kraken...

Os lo aseguro, malo es que te dividan las historias en tres, cuatro o cuatrocientas partes y te eternices para saber lo que pasa al final pero lo peor, lo peor es que te los lees y cuando sale el último, te los lees otra vez, mientras el montón de libros que tienes por leer crece y crece, porque tú andas releyendo trilogías y eso ya, que se te acumule el trabajo en la que es tu mayor afición, sí que es un estrés y un sinvivir.