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sábado, 14 de mayo de 2011

El tabaco light ¿engorda?

Según llego a casa, con un hambre que me comería una mula a fuerza de pan, como dice mi madre, abro el frigorífico... y se me cae el alma a los pies, porque parece que lo ha rellenado un sádico y si no me creéis, seguid leyendo:
Lo primero, leche descremada, leche de soja... cierto que la leche es un asco pero, joder, que no haya ni un brick decente para, yo qué sé, unas croquetas, que con la otra se quedan como transparentes, que parecen de gelatina y con la leche de soja saben a perros muertos. Ya sé que me diréis que, en estos tiempos que corren, casi nadie hace ya croquetas (en mi caso, creo que ha pasado un año desde que saqué la última tanda; el resto del tiempo tengo que apañarme con extrañas guarrerías congeladas, snif) pero, coño, me gustaría poder prepararlas en condiciones, aunque sólo sea para comerme la masa a puñados, tentación que, lamentablemente, me asalta siempre que me meto en harina (y nunca mejor dicho).
Ya es triste que tengas una mierda de leche en la nevera, incluso aunque no te guste, pero la cosa puede ser peor - y lo es-:
¿Os habéis fijado en la porquería de yogures que se suelen comprar? Que si 0% de materia grasa (¿de qué cojones está hecho entonces, de agua destilada?), que si extra de calcio, que se nos van a llenar los riñones de cascotes, con lo jodío que es, que si bifidófilus activos y no sé qué, para que tu flora intestinal se convierta en una selva primaria y te salga hojarasca por las orejas (amén de tirarte, todos los días, hora y media en el váter), que si cachos de frutas tropicales, con lo asqueroso que es encontrarse cachos en los yogures. Puaj.
Lo mismo la mantequilla, que ahora la han hecho casi líquida y sabe a porras o, directamente, ha sido sustituida por margarina. Buaaaaaaaaaaaaa. Aunque todo tiene su lado bueno: como el pan es integral, con semillas de rododendro y cachos de pipas, se te quitan las ganas de hacerte tostadas. De todos modos, no tendrías mermelada o miel para darle un toquecillo de color.
Y los huevos tienen "Omega 3", que no es un reloj, como yo creía, sino algo buenísimo de lo que no nos habíamos dado cuenta hasta hace muy poco. Pero, qué queréis que os diga: a mí me da cosa ver que la comida tiene tanta vida interior, palabrita.
Los embutidos, inexistentes, sólo jamón de pavo, queso blanco, bajo en sal (mamáaaaaaaaaaaaaaa) y tomates, muchos tomates. Bueno, al menos algo rico, pero no los guardas porque estén buenos, sino porque son saludables... hasta que alguien te acojona diciendo que, si comes muchos, te subirá el ácido úrico. Pues vaya plan, para algo decente que tenías en la nevera.
Vamos, que menos mal que no comes en casa y puedes ponerte hasta las asas de colesterol y triglicéridos y, en el hueco que te queda, meter las cervezas porque, de verdad, si te vieras obligada a mantenerte una semana, alimentándote con la mierda que tienes en la nevera, no es por nada, pero sería - y no lo digo yo, sino todo el mundo- un estrés y un sinvivir.