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miércoles, 9 de febrero de 2011

Yo es que la historia me la estudio sin fechas...

¿Alguna vez habéis intentado recordar las fechas que os enseñaron en el cole, en clase de historia? Porque no sé vosotros, pero yo soy de la generación en la que las fechas "había que estudiárselas". Y venga a hacer cronologías: que si Pedro IV reinaba en Aragón mientras Enrique II hacía lo propio en Castilla, que si Felipe II era contemporáneo de Isabel I de "la Ingalaterra" y mogollón de cuadritos comparativos que ponías bien regonitos en tinta de colorines y tal.
Y resulta que ahora, te pones a pensar todo aquel enorme batiburrillo de fechas y sin coñas ni correr ahora mismo a buscar un ejemplar de esa "Breve historia de España" que todos tenemos en el váter ¿cuántas te salen? Porque a mí, por mucho que me esfuerce, unas cinco y todas tan obvias que dan asco: la caída del Imperio Romano de Occidente, la de Constantinopla, la toma de Granada, la Armada Invencible, la Revolución Francesa, la pérdida de las colonias (¿jaaarl?), con generación incluida y la Guerra Civil. Poco más. Bueno, sí, alguna más, pero no tantas como cupiera esperarse en mí, oh prodigio de la memoria. Cuánta neurona desperdiciada, de verdad.
El caso es que, si me paro a pensar un poco, van aflorando más y más fechas, se ve que, en contra de lo que muchos podéis pensar, no desperdicié mis años de estudiante en juergas y francachelas (Snif). Pero la triste realidad es que, si alguien, de repente, me pregunta cualquier cosa facilita como, por ejemplo: "¿Cuándo fue la derrota de Gettysburg?", tengo que decirle que, lo importante, no es el momento exacto en que ocurrió, sino la derrota en sí, soltarle una disquisición sobre la inutilidad de la guerra y del sufrimiento humano y luego, mientras mira distraídamente para otro lado porque está hasta las pelotas, aprovechar para buscarlo en Google y no perder así mi fama de repelente. Va a ser que una se hace vieja.
Pero lo peor no es esto, sino cuando te preguntan sobre algo de lo que has sido testigo. Porque entonces sí que no te acuerdas de nada ni por el forro y tienes que acudir a absurdos trucos mnemotécnicos y enormes circunloquios mentales para dar una respuesta que no suene a despiste lisérgico.
A ver, ejemplos:
Hace poco alguien me preguntó la fecha del asesinato de Carrero Blanco y en vez de decirle "el 20 de diciembre de 1973" (que creo es la correcta, pero no estoy segura), le solté algo así como: "pues creo que yo tenía 6 años, así que debió ser en el 73... sí, en el 73, que estaba en primero, porque la fiesta de Navidad que nos tocaba - porque fue cerca de Navidad- era la de sacar juguetes de un saco y ésa sólo nos la hicieron en primero. Y tuvo que ser como el 19 ó el 20, porque nos adelantaron la fiesta, que tenía que haber sido el día que nos daban oficialmente las vacaciones, porque declararon luto oficial, o algo así, y no hubo colegio". Total, media hora dándole el coñazo al incauto preguntón para que, al final, tuviera que tomar nota del rollo patatero que le solté y, contando con los dedos, sacar él o ella la fecha. Con lo bien que me hubiera quedado si toda esta perorata nada más la hubiera pensado, mientras ponía cara de póker ("accediendo al ordenador central, procesando, procesando"), para acabar diciéndole, "hacia el 20 de diciembre del 73, pero no sé el día exacto".
Como veis, es mejor que no me preguntéis ninguna fecha, porque os podéis encontrar con un discurso, no de siete palabras, como ésos que decían en Semana Santa, sino uno bien fermoso, de quince o veinte horas, nada más que para averiguar un dato que, en realidad, os la pela bastante.
Pero no os creáis que yo soy la única plasta, eh, aquí cada uno tiene que apechugar con lo suyo. Intentad vosotros contarle a alguien qué día pasó cualquier acontecimiento histórico y ya veréis lo que os pasa:
Si tuviérais que decirle a alguien el día que cayó el muro, me juego las orejas a que, a continuación, le contaríais lo que estábais haciendo en el justo momento en que os enterásteis de la noticia. Y ni os cuento si os pilló comiendo y ante la tele, entonces diríais eso de "vi en directo al tío aquel de la maza, mientras me comía un bocata de cabrales". Y lo mismo os pasará con la final de los mundiales de Suráfrica. Dentro de poco necesitaréis una agenda para recordar el día de julio (¿10? ¿11?) y, con más tiempo, puede que hasta el año. Pero siempre le contaréis a vuestros resignados descendientes (y por siempre quiero decir, miles de veces, pobres), en qué bar o con qué gente estábais viendo el partido, el berrido que pegó no sé quién y dónde fuísteis a continuación a pintaros la cara de colorines y dar saltitos.
De verdad, haced memoria ¿quién no recuerda que la noticia de tal o cual hecho histórico importantísimo le pilló haciendo caca? Pero ¿podría decir la fecha exacta? Únicamente si empieza a contar la batallita: "sí, estaba yo en el váter, porque tenía gastroenteritis - siete días, de verdad, qué mal lo pasé, pero adelgacé seis kilos -, cuando mi prima la coja me empezó a decir: ¡Robustianaaaaaaa! ¡Que se ha caído la torre de Pisa al maaaaaar!, pero yo no podía levantarme de la taza... y cuando salí, ya estaba todo lleno de escombros. Pues sí, tuvo que ser en juliembre, hará como tropemil años, más o menos, no estoy segura, pero si quieres, te lo busco".
Ahí está el quid de la cuestión, no sólo le pegas la turra al pobre oyente sino que, después, tienes que ir a buscar el dato y, para colmo, él no puede interrumpirte a la primera diciéndote: "hala, tía, vete al guano, que ya me lo busco yo, so plasta", noooo, te tiene que agradecer tu interés y todo. Coñazo, que eres un coñazo.
Vamos, que yo creo que la Historia Contemporánea deberíamos estudiárnosla sin fechas, porque cualquier esfuerzo por recuperarlas sólo conducirá a pegarle al que está al lado una charla que te pasas, que le importará tres cojones para que, al final, no podamos dársela correctamente (la fecha, no la tabarra) y tenga que buscarla en Internés.
Y cuando eres tú el que está poniéndole la cabeza como un bombo a otro, la cosa tiene un pase, pero cuando es otro el que tela pone a tí, es un estrés y un sinvivir.

7 comentarios:

  1. juajuajuajua!!! Casi me parto de risa!!! Qué hacías tú cuando lo de las Torres Gemelas?!!! Yo del día del muro me acuerdo, tía, que estaba de estudianta de Periodismo en Madrid!!! Lo de contar batallitas es de abuelita Cebolleta, modorraaaa!!!

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  2. Ya, como si tú no hubieras contado nunca una batallita al hilo de cualquier noticia...
    Ah, y cuando lo de las Torres Gemelas, estaba comiendo - macarrones -, con la tele encendida y buscando en Internete unas cosillas para una unidad didáctica - por cierto, que la línea iba muy lenta y me dijo Javi, "le cuesta arrancar al sistema" y yo le dije, "porque acaba de estrellarse un avión contra las torres gemelas" y el me dijo "no jodaaaaaaaas" y yo, "que sí, palabra, que pongas la tele" y él, "no puedo, tía, que estoy en el curro y no tengo tele" y yo, "pues pon la radio" y él, "espera un momento, que pregunto" y yo, "pero que te lo estoy diciendo yo, cojona"...

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  3. Ves? Ni tus amigos se lo creen cuando les dices que un avión se ha estrellado contra una torre.... Es que no aprendiste en la Facultad (de Historia) que hay que contar el suceso y la investigación que se la hagan ellos? Hemos pasado demasiado tiempo de becarias pringadas, amiga mía, y se nos han quedado los vicios!!!

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  4. Yo es que soy de letras y las fechas son al fin y al cabo, números... jua, jua.

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  5. Pues va a ser por eso, no digo yo que no. Además, ¿para qué estudiártelas, si la mayoría de las veces vienen mal? Lo dicho, un estrés y un sinvivir.

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  6. Eso digo yo, para que estudiarselas, o como dice mi David: "Si eso paso hace mucho tiempo, para qué tengo que estudiarlo, ya no nos importa". Pero si le preguntase algo en concreto y le hiciera recordar que estaba haciendo cada vez que ocurre algo, él te diría: "Aquel día yo me acuerdo muy bien, pues estaba jugando a la play,sentado en mi casa, con la luz apagada y tomandome un batido"...Segura que acertaría y eso que tiene mala memoria....

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  7. Pobre David, qué mal le tratas. ¿Para qué va a tener la criatura que estudiarse las fechas, si todas están mal? Tú fíjate que siempre se ha dado para la reconquista de Guadalara el 1085, en medio de la campaña de Alfonso VI por el Tajo, y resulta que Talamanco dice que no, que fue en 1084. Todo un año perdido estudiando una fecha que no era. Y no están las cosas para perder el tiempo.
    Y en cuanto a que un acontecimiento histórico de trascendencia, le pille al muchacho jugando a la Play, mejor que haciendo caca, yo creo que es más digno...

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